29.5.06

El futuro de Colombia


Los medios de comunicación anunciaban hoy la aplastante victoria de Álvaro Uribe en las elecciones colombianas. Nunca un presidente colombiano había conseguido ser reelegido, dicen. Lo que no nos cuentan es que dicha reelección ha sido posible gracias al quebrantamiento de más de 100 años de prohibición constitucional de reelección inmediata, que Uribe logró con el apoyo de un Congreso sumiso y haciendo caso omiso de las voces de protesta repartidas por todo el país.

No obstante, esta victoria no ha sido ninguna sorpresa. De todos era conocido que Uribe ha alcanzado grandes cotas de popularidad en su país al saber aprovechar como nadie su política de “mano dura” contra las guerrillas. Ha generado un sentimiento popular de disminución de la inseguridad, de esperanza de pacificación y derrota de las guerrillas, algo que dista mucho de ser real (para percatarse de ello, basta con penetrar en las regiones del interior, las más cercanas al conflicto, donde se sigue viviendo la crudeza de la guerra día tras día).

Pero el discurso uribista ha calado, la gente se siente más segura (después de todo, la seguridad tiene un alto componente de subjetividad), y eso se premia. Incluso las estadísticas de secuestros se han reducido. Pero, ¿cuál es el precio que se está pagando por ello?

Frente a la política de la mano dura se encuentra el enorme vacío en políticas sociales del gobierno de Uribe, en un país caracterizado por la pobreza, la desigualdad y el desempleo. En su lugar, se ha implantado un modelo de libre mercado que no hace sino agravar estos problemas. Se ha profundizado en las relaciones de sumisión a Estados Unidos, firmando el Tratado de Libre Comercio, con lo que se supeditan los intereses colombianos a aquéllos estadounidenses, olvidando el resto de la política exterior, que queda reducida a una relación unilateral de subordinación con este país.

Hoy es, en definitiva, un día triste para el pueblo colombiano, pues la esperanza de invertir las políticas neoliberales que aumentan las enormes desigualdades existentes en el país está aún más lejos. También la esperanza de un gobierno en Colombia afín a la mayoría actual en Sudamérica, que posibilitaría la tan ansiada integración regional, queda por el momento pospuesta. Tan sólo nos queda observar, desde la distancia, al pueblo colombiano y ese caldo de cultivo, de marginación de un gran sector de la sociedad que, tarde o temprano, despertará.

28.5.06

FESTIVAL MUNDIAL DE LA IUSY


Este año el encuentro mundial de jóvenes que cada tres años promueve la Unión Internacional de Juventudes Socialistas se celebrará en Alicante los días 18 a 23 de julio.
Participarán en torno a 7.000 jóvenes de los cinco continentes y de más de 100 países. La mayoría de ellos pertenecen a las organizaciones juveniles de los partidos socialistas, laboristas y socialdemócratas que forman parte de la Internacional Socialista.
Durante cuatro días habrá debates, actos culturales, actividades reivindicativas e intercambio de experiencias, combinándose así la información, la formación y el intercambio de ideas.
Es una oportunidad inigualable para los jóvenes españoles de exponer su deseo de otro mundo posible, donde haya un crecimiento económico sostenible, pero también un progreso global e igualitario.
INSCRIPCIÓN.
Se realiza a través de las organizaciones miembros de IUSY, las federaciones de JSE, o el Consejo de la Juventud de España.
Es necesario ser miembro de una organización de IUSY, militante de alguna de las federaciones de JSE o participar en las entidades del Consejo de la Juventud de España. Simplemente te tienes que poner en contacto con tu organización, federación o entidad del Consejo de la Juventud de España, inscribirte para participar en el Festival, e informarte sobre cómo realizar el pago de la inscripción
Una vez finalizado este proceso, serán ellas las encargadas de realizar la inscripción definitiva a través de un sistema informático habilitado por la organización del Festival y por IUSY, y a la que sólo las organizaciones mencionadas tienen acceso.

Precio y Plazo.
El primer plazo de inscripción finaliza el 6 de junio, y el precio es de 100 euros. Hay un segundo plazo, hasta el 4 de julio, en el que el coste aumenta a 110 euros.
Para más info:

27.5.06

Desde la ONG Intermón se ha proyectado la campaña Corta con la deuda. Se trata de presionar para que la Ley sobre la Deuda Externa, que se está estudiando actualmente, aporte soluciones reales y no se quede, como tantos otros documentos similares, en papel mojado y en un listado de buenos deseos.
Participa y ayuda a eliminar una de las mayores aberraciones existentes.
¡Corta con la deuda!

22.5.06

Curso de Verano UEx sobre Desarrollo Rural Sostenible


Del 18 al 20 de julio en el Centro Universitario de Plasencia tendrá lugar el curso de verano "Estado actual y perspectivas para alcanzar un desarrollo rural sostenible"
Se hablará de los modelos de desarrollo local sostenible en Europa y América Latina, de la globalización, el despoblamiento rural, así como de las energías renovables, el turismo sostenible, el comercio justo, o la ordenación del territorio y la reutilización de edificios en el medio rural.
Los organizadores son Manuel Moya y Elena García. He tenido la suerte de acudir a otro curso organizado por ellos y puedo deciros que ha sido una gozada aprender tanto y de una manera tan amena a su lado. Si tenéis la oportunidad de ir, seguro que saldréis encantados.
Para más info:
http://www.unex.es/verano
o mail a Elena o a Manuel: manuelmi@unex.es; egciadel@unex.es

I Semana de la Igualdad de Género


La Universidad de Extremadura, a través de la Oficina para la Igualdad, crea la I Semana Universitaria para la Igualdad de Género a fin de velar por la igualdad entre los sexos en una sociedad que se reconoce defensora de los derechos humanos, pero que alberga múltiples contradicciones en este ámbito.
Se pretende reflexionar acerca de la prevención y represión de la violencia de género, de la igualdad de género en la sociedad y del desafio educativo de la igualdad.
Estos aspectos componen una serie de tres seminarios los días 23, 24 y 25 de mayo, en horario de tarde, en la Facultad de Educación.
La inscripción será gratuita y se realizará en el lugar de celebración media hora antes del inicio de la primera sesión. El número máximo de alumnos es de 150.
Solicitado 1 crédito de libre elección.
Para más información dirigirse al teléfono 924289591 o al email igualdad@unex.es
Cartel del Curso (pdf).
Tríptico Informativo (pdf)

10.5.06

Basta ya de egoísmo y de paternalismo caduco con Bolivia


En la línea con el autor del artículo anterior, yo también espero sinceramente que dejemos de ser tan egoístas, y que no antepongamos los intereses de obtención del máximo beneficio de una empresa (sólo porque sea española) a una loable iniciativa de desarrollo de un país que lo necesita.
Bolivia tiene un alto porcentaje de población que vive a diario bajo el umbral de la pobreza. Muchos niños trabajan desde que se levantan hasta que se acuestan para poder sobrevivir, careciendo de muchas de las cosas de las que no debería privarse a ningún niño. Evo fue uno de estos niños, y desde entonces lleva toda la vida luchando para que la historia no se repita. Su pueblo lo sabe, le quiere y le ha elegido para que cambie su destino.
Como en su día nos alegramos de que Zapatero cumpliera sus promesas, alegrémonos ahora también por este pueblo, que ha sufrido el expolio de sus riquezas desde que fuera "descubierto" por los europeos, y que parece por fin estar dispuesto a cambiar la historia. No queramos ahora pasarnos de listos y decirle a Bolivia cómo debe gobernarse a sí misma.
En cuanto a España, desde que los socialistas llegaron al gobierno me he sentido orgullosa de su política de cooperación con los más necesitados, tendiendo más la mano a los países en desarrollo y subyugándose menos a los neoliberalistas. Pruebas de ello hay muchas, pero me quedo aquí con la Alianza de Civilizaciones propuesta por Zapatero. Espero que sigan en esta línea, que fomenten la capacidad endógena de los países para desarrollarse y que no les pongan más obstáculos de los que ya tienen. Espero así poder seguir enorgulleciéndome del gobierno progresista y solidario de mi país.
Susana M. Gijón

9.5.06

Sobre las nacionalizaciones en Bolivia y algunas reacciones en España.

Por Mario Martín.

La victoria en las elecciones bolivianas de Evo Morales fue acogida entre la opinión española progresista con alegría y esperanza, mientras que los conservadores, tras un inmediato intento de desacreditar al presidente electo mediante la famosa conversación telefónica amañada, parecieron batirse en retirada a la espera de los acontecimientos.

Evo Morales llegó a la presidencia tras una época de intensas movilizaciones de la mayoría del pueblo boliviano, exasperado, entre otras razones, por la puesta en venta de los principales recursos básicos del país, el gas y el petróleo. Evo Morales prometió que el Estado boliviano recuperaría el control de los combustibles fósiles y que nacionalizaría las refinerías y gaseoductos que se hallaban en manos de compañías privadas extranjeras.
Quizás algunos socialdemócratas de los de traje y corbata consideraron esta promesa como un recurso necesario para obtener el voto de sus desarrapados seguidores, a los que posteriormente distraería con supuestos imperativos de fuerza mayor para que, en definitiva, las mejoras sociales siguieran estando supeditadas al orden establecido, uno de cuyos sacrosantos mandatos es el “no nacionalizarás”. Medidas como la “nacionalización” suenan ya demasiado revolucionarias para algunos, que las consideran pertenecientes a un pasado en el que los Estados osaban decidir sobre su futuro sin tomar en consideración la opinión de los benevolentes millonarios internacionales e inversores potenciales.

A los socialdemócratas de traje y corbata debió de atragantárseles el desayuno al conocer la noticia de la nacionalización de las petroleras bolivianas. Recuperados de su susto, comenzaron a refunfuñar amenazas veladas. Su imagen no puede ser más patética. La única duda es quién se está cargando de mayor oprobio. ¿Lula, que de defender a los “sin tierra” quiere ahora legislar sobre los recursos que hay bajo la tierra de los bolivianos? ¿O los socialdemócratas españoles, que se niegan a que el precio de la luz en Sevilla se decida en Dusseldorf, pero consideran perfectamente razonable que en Madrid se administre el gas de los Andes?

Esperemos, no obstante, que los socialdemócratas en el gobierno de España reconsideren su posición, que en ellos aún tenga algún peso los ideales de justicia social en base a los cuales se fundó su partido y que consideren si prefieren sacrificar las esperanzas de los indios bolivianos a los intereses de los capitalistas españoles. Quizás sea demasiado esperar de un partido de la socialdemocracia europea, cuyos representantes más conspicuos durante los últimos años han sido un sonriente lacayo del imperialismo estadounidense o un personaje, igualmente risueño, que tras provocar la bancarrota ideológica y el cisma en la socialdemocracia alemana, disfruta cómodamente de un pingüe sueldo como consejero del consorcio ruso-germano fundado bajo sus auspicios. ¿O quiere congraciarse Zapatero con Repsol para obtener un retiro tan agradable como el de su admirado colega germano?

6.5.06

En Colombia, votar puede matar




El 2006 será un año clave para el futuro de Colombia. Ante las próximas citas electorales, legislativas y presidenciales, pensamos que es importante contraponer a la propaganda oficial los datos reales. Ya vemos que la propaganda oficial insiste en crear una falsa imagen de bienestar creciente para los colombianos, tanto a nivel económico como en términos de violencia y de respeto a los derechos humanos. Pero la realidad nos habla de un paí­s inmerso en una de las mayores crisis económicas y humanitarias. Un país que sufre una progresiva militarización y paramilitarización de su sociedad, y un gobierno con tendencias clara y peligrosamente autoritarias.

Aumento de la pobreza y la exclusión

En Colombia la situación económica de la mayorí­a de la población se ha venido deteriorando en los últimos años. Así­, en el 2003 un 65% de los colombianos se situaba por debajo de la línea de pobreza frente a un 60% en el 2000.

Álvaro Uribe ha seguido fielmente los postulados neoliberales en su política de gobierno, recortando importantes derechos de los trabajadores en materia salarial y de protección social. Además, se han venido privatizando importantes sectores industriales y de servicios públicos y se ha extendido la precariedad en los derechos a la salud, la educación y la protección social con cierre de hospitales y escuelas públicas.

Bajo la presidencia de Álvaro Uribe se han favorecido los intereses de las grandes empresas multinacionales y los de las empresas agroindustriales, frente a los intereses de la mayorí­a de colombianos. En la última de las claudicaciones a las exigencias del gobierno de Estado Unidos, Uribe se apresta a firmar un Tratado de Libre Comercio, que representará la ruina definitiva para el campesinado y los pequeños empresarios colombianos.

La extensión de la violencia y la situación de los derechos humanos siguen siendo dramáticos

De las más de 6.200 muertes o desapariciones por razones sociopolíticas que se produjeron entre agosto del 2002 y junio del 2004, un 8% son responsabilidad de agentes estatales, un 69% de sus aliados los paramilitares y un 23% de las fuerzas guerrillas.

Durante la presidencia de Álvaro Uribe se ha producido un incremento en detenciones arbitrarias, llegando a 12 diarias, así como las mayores oleadas de detenciones masivas ilegales. El desplazamiento forzoso sigue en aumento con más de 950.000 nuevos desplazados durante este Gobierno.

Los lí­deres sociales siguen sufriendo un alto í­ndice de violaciones a los derechos humanos. Seis sindicalistas son asesinados mensualmente en Colombia. La cifra de defensores de derechos humanos muertos o desaparecidos ha sufrido un grave incremento, pasando a ser de 33 entre agosto del 2002 y agosto del 2004.

La estrategia de Uribe para confrontar a la insurgencia, bautizada perversamente como Seguridad Democrática, pretende involucrar al mayor número posible de población civil en el conflicto. A este fin se crea una red con un millón de informantes, se instituye la figura del soldado-campesino y se implica en la iniciativa a las empresas de seguridad privada.

Se ha venido generando un marco de militarización y paramilitarización de la sociedad, en el que la delación y la desconfianza ciudadana se convierten en el paradigma de actuación y en el que la criminalización de las organizaciones sociales de oposición y de la protesta ciudadana se convierte en la norma.

Consolidación y legalización del paramilitarismo y de sus vínculos con el narcotráfico

En consonancia con su actuación en anteriores puestos oficiales, entre los que destacan su etapa de gobernador de Antioquia, Alvaro Uribe, desde su actual puesto en la Presidencia de la República, sigue empeñado en promover un cambio en el estatus del paramilitarismo en Colombia. Un cambio que signifique garantizar la impunidad de sus crí­menes, legalizar su situación y permitir la consolidación del poder económico, militar y político conseguidos.

La Ley de “Justicia y Paz” consagra un oprobioso régimen de impunidad, por el que aquellos que no están siendo investigados en la actualidad quedan indultados y pueden acogerse a los beneficios de la ley, mientras que se habilitan suspensiones incondicionales de penas, preclusiones de instrucción o incluso el indulto para los demás.

La desmovilización ha significado la legalización de muchas de las estructuras paramilitares y la inclusión de sus miembros en los proyectos de red de informantes, soldados-campesinos, en las cooperativas de seguridad privada y en los batallones de alta montaña.

Por otro parte, los paramilitares no han perdido fuerza ni capacidad de control en sus áreas de influencia, al contrario su poder se encuentra en fase de consolidación. La violencia y el terror siguen siendo los fundamentos de su poder. A pesar del supuesto cese el fuego declarado, 2.339 personas fueron asesinadas o desaparecidas por paramilitares desde el 1 de diciembre del 2002 hasta el 31 de diciembre del 2004.

Polí­ticamente el paramilitarismo ha ido ganando espacios en las regiones, mediante alianzas con la clase política tradicional o construyendo sus propias estructuras, controlando así numerosas instituciones locales y departamentales. También a nivel nacional han ido permeando instituciones como el Congreso o la Fiscalí­a, (un conocido portavoz paramilitar reconocí­a que controlaban un tercio del Congreso).

Es por todo ello que estamos convencidos que votar por Uribe en las elecciones presidenciales y por sus aliados políticos en las legislativas es favorecer la estrategia de muerte y miseria que ha caracterizado su Gobierno.