15.4.12

Cooperando en Nueva York




Cuantas más personas seamos trabajando en la misma dirección, más fuertes seremos.

Esa es una de las premisas de la Red Nawey, de la que hablaba en el último post, y ésa es también la idea que nos ha guiado a las organizaciones que hemos participado en la 56 edición de la Comisión de la Condición Social y Jurídica de las Mujeres que ha tenido lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Para mí, las Naciones Unidas han sido siempre un referente, la organización internacional que insta a todos los que nos gobiernan a mantener la paz y a trabajar por el progreso, la igualdad de oportunidades, y el cumplimiento de los derechos humanos de todas las personas. Sin duda, valores de los que estar profundamente orgullosas y orgullosos. Aún más desde la creación, en julio de 2010, de ONU Mujeres, la entidad para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, que Michelle Bachelet y todo su equipo están promoviendo de forma valiente y decidida.

Por eso, la oportunidad de poder representar, junto a Nieves Alonso, a las mujeres españolas en esta Comisión a través de la Coordinadora Española del Lobby Europeo de Mujeres, CELEM, ha sido algo que he asumido con la mayor de las responsabilidades, pero también con muchísima ilusión, y por lo que estoy muy agradecida.

Trabajé duro durante dos semanas apasionantes en las que tuve oportunidad de conocer la complejidad del funcionamiento de la ONU por dentro, así como de conocer y compartir impresiones con responsables políticas e institucionales de todos los niveles, incluida la propia Michelle Bachelet. 

Pero si algo me llenó de energía y optimismo por encima de todo lo demás, fue la forma en la que organizaciones de todas las áreas geográficas del mundo intercambiamos, compartimos, y trabajamos para lograr que los países se comprometieran a aquéllas cuestiones que consideramos indispensables para seguir avanzando en la erradicación de las discriminaciones y las vulneraciones de derechos humanos en las mujeres de todo el mundo. Y ha sido aquí, también, de la mano de todas estas mujeres trabajadoras, sacrificadas y sobre todo, generosas, a través del trabajo del día a día junto a ellas, donde más he aprendido, infinitamente más que de los discursos de las delegaciones de los países, más también que de los expertos y expertas que cada día nos hablaban de los diferentes temas estratégicos que se trataban en la Comisión.

Y ello, a pesar de que los resultados fueron mucho menos de lo que hubiéramos deseado. Siguen imponiéndose cuestiones políticas, culturales, económicas que, a pesar de las declaraciones de buenas intenciones, finalmente impiden los compromisos firmes de los Estados en cuestiones esenciales. El patriarcado sigue firmemente sustentado en sus pilares y a veces es frustrante ir mucho más despacio de lo que el simple sentido común debería dictarnos. 

Aún así, hemos creado redes que vamos a seguir manteniendo con tesón para defender juntas aquello en lo que creemos: que todas las personas han de ser iguales en derechos y oportunidades. Eso es lo que nos une. Y, a través de estas redes, seguimos trabajando juntas, cada vez más, cada vez, más fuertes. Esa es la verdadera COOPERACIÓN. La que nos hace seguir soñando y caminando por un mundo mejor. 

Os dejo el enlace al informe elaborado para CELEM, donde contamos en detalle nuestra participación, y también el de un manifiesto generado por las organizaciones tras la Comisión que tiene como objeto seguir haciendo lobby para conseguir que los Estados se comprometan a erradicar prácticas que vulneran los derechos humanos de muchas mujeres en el globo.


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