17.12.12

Poder colectivo

Quien me conoce sabe que soy una creyente apasionada de la acción colectiva como medio esencial para la transformación social. 
Internet nos ofrece herramientas antes inimaginadas para alzar nuestra voz y unir fuerzas, reivindicando así ese cambio posible de forma pública, algo no tan fácil de hacer para la mayoría, y especialmente para las personas más vulnerables y por tanto más necesitadas de una transformación orientada a una mayor justicia social.

Change.org es una de estas herramientas. Una plataforma que permite canalizar ese deseo de cambio aunando voces.

Ante los retrocesos que estamos viviendo en mi país en el ámbito de la igualdad de oportunidades, el cierre de la oficina de ONU-Mujeres ha sido una más de las tantas gotas que cada día nos colman en las noticias. Así que casi sin pensarlo, canalicé esa indignación y creé esta petición en Change. En tres días han firmado 600 personas y entidades y sigue sumando cada minuto. Espero que siga creciendo y que podamos demostrar al gobierno de España que la igualdad no es un tema minoritario, que le importa a mucha gente, hombres y mujeres, y consigamos tantas firmas como para que sepa que no puede hacer estas cosas en balde.

De momento, te invito a leerla y, si estás de acuerdo, unirte tú también.

6.6.12

Defendiendo Derechos en Red





Esta semana hemos presentado en España la Plataforma para la Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos. 135 asociaciones de mujeres, sanitarias, sindicatos y otras organizaciones de distintos ámbitos que nos unimos para apoyar el cumplimiento de estos derechos ante la alarma y la preocupación que el Gobierno del Estado está provocando. Sus imposiciones ideológicas, a veces escudadas en el argumentario de la crisis, como es el caso de las medidas contra la educación y la sanidad públicas, a veces ni siquiera eso, como está pasando con estos derechos, están afectando terriblemente la situación de las mujeres en este país. Estamos, a golpe de normativa, retrocediendo desde posiciones más cercanas a la igualdad y la equiparación de derechos, a unas mucho más regresivas y sexistas, a unas que, ingenuamente, considerábamos ya parte del pasado.

En el caso de los derechos sexuales y reproductivos, si bien lo peor parece estar en camino, ya están imponiendo su modelo, obviando que hay una ley que los reconoce y garantiza. Desde el incumplimiento más absoluto de las medidas en relación con la educación sexual, hasta el impago por parte de los gobiernos autonómicos conservadores de lo servicios realizados por las clínicas autorizadas para garantizar la prestación sanitaria de interrupción del embarazo, reconocida como universal y gratuita por el Estado español.

Queda aún tanto hasta que este Estado, que se pavonea de ser tan desarrollado, cumpla en la práctica los derechos protegidos por la legislación internacional referente a derechos humanos, y sin embargo ahora nos dicen que van a eliminar la normativa actual, que al menos en el plano formal suponía un avance sustancial, para IMPONER una confeccionada al gusto de la jerarquía católica y de sus dirigentes más conservadores, una que privilegie el desarrollo de un feto por encima de la propia vida de las mujeres, privándonos de decidir sobre nosotras mismas, para mandar, también en esta forma, sobre nuestros cuerpos. Y criminalizándonos, no sólo a través de sus imposiciones morales como ya hacen, sino también convirtiéndonos en delincuentes si nos atrevemos a salirnos de ellas.

Por eso nos hemos unido en esta Plataforma, y por eso no nos vamos a callar. Pediremos el apoyo de toda la ciudadanía progresista de este país, que sabemos que es mayoritaria; el de todas las redes supranacionales, y el de un Derecho Internacional que nos ampara, y seguiremos haciéndonos oír para frenar a esta derecha rancia, arcaica, que se ha crecido con esta crisis de modelo y que la está aprovechando para imponer, más que nunca, el suyo propio. Un modelo de desigualdad que muchas y muchos queremos dejar atrás, donde debiera haber quedado, en un pasado gris.

Nuestras madres lucharon por una sociedad más justa, y las más jóvenes no vamos a permitir volver atrás. Sabemos ya muy bien la moto que nos vendieron de sumisión y de inferioridad, y no la vamos a comprar. Nunca más. Ni con crisis, ni con mayorías absolutas, ni con ninguna otra excusa. Conceptos mucho más grandes, como los de igualdad, justicia social, y derechos humanos nos amparan.


Os dejo algunas noticias sobre la presentación de la plataforma:

15.4.12

Cooperando en Nueva York




Cuantas más personas seamos trabajando en la misma dirección, más fuertes seremos.

Esa es una de las premisas de la Red Nawey, de la que hablaba en el último post, y ésa es también la idea que nos ha guiado a las organizaciones que hemos participado en la 56 edición de la Comisión de la Condición Social y Jurídica de las Mujeres que ha tenido lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.

Para mí, las Naciones Unidas han sido siempre un referente, la organización internacional que insta a todos los que nos gobiernan a mantener la paz y a trabajar por el progreso, la igualdad de oportunidades, y el cumplimiento de los derechos humanos de todas las personas. Sin duda, valores de los que estar profundamente orgullosas y orgullosos. Aún más desde la creación, en julio de 2010, de ONU Mujeres, la entidad para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, que Michelle Bachelet y todo su equipo están promoviendo de forma valiente y decidida.

Por eso, la oportunidad de poder representar, junto a Nieves Alonso, a las mujeres españolas en esta Comisión a través de la Coordinadora Española del Lobby Europeo de Mujeres, CELEM, ha sido algo que he asumido con la mayor de las responsabilidades, pero también con muchísima ilusión, y por lo que estoy muy agradecida.

Trabajé duro durante dos semanas apasionantes en las que tuve oportunidad de conocer la complejidad del funcionamiento de la ONU por dentro, así como de conocer y compartir impresiones con responsables políticas e institucionales de todos los niveles, incluida la propia Michelle Bachelet. 

Pero si algo me llenó de energía y optimismo por encima de todo lo demás, fue la forma en la que organizaciones de todas las áreas geográficas del mundo intercambiamos, compartimos, y trabajamos para lograr que los países se comprometieran a aquéllas cuestiones que consideramos indispensables para seguir avanzando en la erradicación de las discriminaciones y las vulneraciones de derechos humanos en las mujeres de todo el mundo. Y ha sido aquí, también, de la mano de todas estas mujeres trabajadoras, sacrificadas y sobre todo, generosas, a través del trabajo del día a día junto a ellas, donde más he aprendido, infinitamente más que de los discursos de las delegaciones de los países, más también que de los expertos y expertas que cada día nos hablaban de los diferentes temas estratégicos que se trataban en la Comisión.

Y ello, a pesar de que los resultados fueron mucho menos de lo que hubiéramos deseado. Siguen imponiéndose cuestiones políticas, culturales, económicas que, a pesar de las declaraciones de buenas intenciones, finalmente impiden los compromisos firmes de los Estados en cuestiones esenciales. El patriarcado sigue firmemente sustentado en sus pilares y a veces es frustrante ir mucho más despacio de lo que el simple sentido común debería dictarnos. 

Aún así, hemos creado redes que vamos a seguir manteniendo con tesón para defender juntas aquello en lo que creemos: que todas las personas han de ser iguales en derechos y oportunidades. Eso es lo que nos une. Y, a través de estas redes, seguimos trabajando juntas, cada vez más, cada vez, más fuertes. Esa es la verdadera COOPERACIÓN. La que nos hace seguir soñando y caminando por un mundo mejor. 

Os dejo el enlace al informe elaborado para CELEM, donde contamos en detalle nuestra participación, y también el de un manifiesto generado por las organizaciones tras la Comisión que tiene como objeto seguir haciendo lobby para conseguir que los Estados se comprometan a erradicar prácticas que vulneran los derechos humanos de muchas mujeres en el globo.


13.12.11

Nawey


Nawey nace en el marco de de la Red de Mujeres por un mundo mejor, y es posible gracias a la implicación de Fundación Mujeres y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Es la Red de Mujeres Jóvenes Africanas y Españolas por el Empoderamiento, un espacio de trabajo y reivindicación de mujeres jóvenes, en España y África, luchando por la participación activa de las mujeres, por su posicionamiento en condiciones de igualdad con los hombres en todos los niveles, por un modelo de sociedad a nivel mundial donde las mujeres jóvenes tengamos las mismas oportunidades que cualquier otra persona. 

Porque tenemos mucho que decir. Porque sin nuestra participación, no hay democracia verdadera.

Hace unos días, chicas de esta plataforma nos reunimos en Maputo, Mozambique, para compartir conocimientos, experiencias, y seguir trabajando por nuestros objetivos de igualdad, fortaleciéndonos a través del trabajo conjunto.

Marcándonos objetivos, retos y estrategias para ir dando pasitos hacia ese mundo mejor que vamos a crear, en el que no tengan cabida las desigualdades inherentes al patriarcado, en el que la violencia machista, sea en forma de golpes, maltrato psicológico, mutilaciones, asesinatos, sea sólo un escalofriante recuerdo que forme parte de una trágica historia.

De una historia  que comience a contarse desde una perspectiva no mutilada, desde una perspectiva que no invisibilice el papel de las mujeres en las guerras, en los procesos de paz, en la ciencia, en la educación, en la política, y, por supuesto, en la lucha incansable por un mundo más justo para todas y todos. Que no invisibilice tampoco las discriminacions hasta ahora vividas.
De una historia que se escriba desde la igualdad, que sea la que rija la sociedad. 

Ése es el modelo de sociedad que soñamos las chicas de esta Red.
Ése es el modelo por el que hemos compartido trabajo y sueños estos días en Maputo mujeres de Mozambique, de Uganda, de Namibia, de Kenya, de Liberia, de Nigeria, y de España.

Nos hemos conocido en persona, hemos trabajado intensamente, hemos compartido la situación de cada uno de nuestros países, su verdadera historia, hemos encontrado los puntos comunes, nos hemos marcado agenda, estrategias, nos hemos cargado de energía, y con ella seguiremos trabajando desde nuestros lugares, nuestros espacios, hasta que volvamos a reunirnos y veamos los avances logrados.

Porque no vamos a permitir que otros decidan por nosotras. Vamos a seguir luchando por el mundo que queremos. Y eso es algo que todas tenemos en común, algo que nos hace fuertes.

3.8.11

¿Hacia dónde vamos?


“…siguen cooperando, abiertamente o en secreto, con las fuerzas imperialistas y reaccionarias del mundo. Para servir a sus propósitos, se han dotado de poderosos sistemas de difusión cultural e informativa, que invaden la opinión pública con conceptos erróneos y superficiales.

Los planes de estudio siguen siendo muy rígidos, poco imaginativos e incapaces de responder a las necesidades de infancia y juventud de una sociedad que cambia con rapidez. A este respecto, lo que se pretende es educar a una futura ciudadanía conformista, alienada y obediente, que en el futuro no apueste por un cambio de la sociedad.

La educación, lejos de ser pragmátidca y ofrecer respuestas a la vida en sociedad, se limita a bombardear a la juventud con un montón de detalles irrelevantes y sin conexión global. 

Las diferentes ramas del conocimiento se presentan de forma separada, como compartimentos estancos, y no se enseña a interrelacionar las diferentes áreas del saber.

No se fomenta una visión totalizadora del mundo, la sociedad y la historia, ni se enseña a investigar las causas reales que subyacen bajo los problemas que hay que afrontar en la vida, ni a pensar de forma independiente y con una mente abierta ni a ser tolerantes o tener iniciativas.

Por el contrario, el objetivo es formar un ejército de ciudadanas y ciudadanos pasivos y mediocres, preparar a futuros burócratas que funcionarán dentro de un sistema administrativo, a ejecutores de las decisiones que toman otros, siempre sumisos a la autoridad de los dirigentes y de los líderes.

Y en esta sociedad tan rígidamente estructurada el papel reservado a las mujeres, ya sea en el mundo laboral o en la familia, es el de una subordinada que debe doblegarse a la voluntad y dominación del hombre”.

Fragmento de La cara desnuda de la mujer árabe, de Nawal El Saadawi, escrito en los años 70, en referencia a los regímenes árabes de aquél contexto. 
Cualquier parecido con otras realidades es mera coincidencia... ¿o no?

1.1.11

2011: Sigamos creyendo




"Nunca dudes de la capacidad de tan solo un pequeño grupo de ciudadanos conscientes y comprometidos para cambiar el mundo. De hecho, siempre ha sido así". Margaret Mead.
Pero es que, además, cada vez somos más.


14.11.10

Ayer recibimos un premio

Un reconocimiento por lo que estamos haciendo en materia de jóvenes lgtb.
Fue una noche preciosa, una gala divertida, a la vez que reivindicativa, y emotiva.
Se nos entregó al Comité Extremeño contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia el premio “Somos iguales”, un premio que, como dije al recogerlo, define perfectamente la filosofía con la que trabajamos desde el Comité, fomentando el respeto y una convivencia sana, pacífica entre las personas jóvenes de la región.
Nuestro sueño es que llegue un día, pronto, en que cualquier chica o chico de cualquier punto de Extremadura pueda decidir a quién amar libremente, sin condicionamientos, sin prejuicios, y, sobre todo, sobre todo, sin sentirse nunca discriminado por ello.
Porque todas y todos tenemos ese derecho a la felicidad, el mismo derecho. Y esa es una causa noble por la que nos engrandece luchar.
Por eso ese premio fue tan emotivo para mí, por eso me sentí tan honrada por recogerlo. Y es de todas las personas que trabajan en ello cada día, desde el Instituto de la Juventud, y desde todas las organizaciones que forman parte de esa gran plataforma que es el Comité.
Ahora que, como de vez en cuando, hay quien sale de la caverna para avisar de que pretenden dar pasos atrás, de que pretenden quitarle a la gente unos derechos para que tengan menos que otros, para que sean ciudadanas y ciudadanos de segunda, ahora, hay que seguir peleando.
Y ahí seguimos, luchando, con más ilusión aún.
Susana Martín Gijón.